LAS LEYES DE LA UMBANDA - Resumen
La Umbanda nos enseña lo que son Leyes de la Creación Divina:
La Ley de Causa y Efecto, La Ley de Retorno, La Ley de la Creación y La ley de Afinidades.
A su vez, estas leyes nos ayudan a evolucionar como seres espirituales que somos, enriqueciendo nuestra existencia y entendiendo mejor el universo circundante. Esta doctrina ayuda a la formación de individuos responsables, conscientes de lo que está bien y lo que está mal, consecuentemente sabedores de la existencia de energías positivas y negativas, que a través de la magia pueden ser manejadas únicamente por individuos responsables.
Como decíamos anteriormente, estas leyes tienen una función fundamental en el proceso evolutivo de los espíritus encarnados y desencarnados y todas sus manifestaciones elementales. Dicho de otra manera, para nosotros los umbandistas estas leyes se manifiestas de la siguiente forma:
La Ley del Karma o Ley de Causa y Efecto, determina el retorno a la carne de los espíritus en proceso de evolución. Es decir, por medio de la reencarnación los espíritus expían su karma mediante un complejo sistema que dice que cada acción produce una reacción e inmediatamente surge la responsabilidad de corrección.
En el caso de la Ley de Retorno, sucede algo similar a la Ley kármica, con la particularidad de que en este caso la acción del individuo también está relacionada directamente con la naturaleza. Cuando el hombre se convierte en depredador de la naturaleza circundante, ocurren una serie de fenómenos climáticos y atmosféricos, que ni más ni menos es la forma en que responden los elementos a nuestros desmanes.
La Ley de la Creación es la que rige la armonía espiritual y nos enseña la forma en que el creador fue moldeando al universo y al sistema solar en que vivimos. Primero fue el elemento Fuego, luego el Agua, después el Aire, más tarde la Tierra, para que finalmente con la suma de estos, Zambi creara al quinto elemento: el Espíritu.
A su vez, la Ley del Karma también determina la Ley de Afinidades. Es muy común escuchar a la gente decir “no nos conocemos por casualidad” o “tengo afinidad contigo”; esto obedece a la Ley de Afinidades, por la cual, por alguna cuestión kármica, estos espíritus, (previo a su reencarnación) se comprometieron a llevar adelante alguna tarea en común.
Como leyes que son para todos los umbandistas son invariables y rigen en armonía las cuales jamás deberíamos de intentar alterar por nuestra simple voluntad. Todos los que de alguna manera u otra han intentaran alterarlas concientemente, habrán de atenerse a sus consecuencias.