LAVADO DE CABEZA (ASEGURANZA )

En las culturas ancestrales, llegado a esta etapa de la iniciación, se asumían compromisos llevados a límites, que incluso rayaban en flagelación. Cuando el individuo había salvado las pruebas que aseguraban las intenciones y los motivos por los cuales se habían sometidos a esas pruebas para llegar a ser un iniciado, se realizaban los rituales de compromiso y no un bautismo como en nuestro caso. Para poner algunos ejemplos conocidos, digamos que, en las culturas indígenas y africanas que “conocían los secretos” y las virtudes vitales de la vida, se realizaban incisiones en sus manos hasta que la sangre fluyera, luego se tomaban de las mismas, para sellar el compromiso asumido. En algunos pueblos africanos aún se mantiene esta tradición, es más, en otros pueblos, la sangre es bebida, por que se cree que en ese pacto, además, se toma parte del poder del espíritu del otro. En la preparación de la Magia de la antigüedad, se les hacía esta serias advertencia a los potenciales iniciados: “El hombre que es esclavo de sus pasiones o de prejuicios de este mundo, no puede ser iniciado y no podrá serlo mientras no se reforme; no podrá serlo, pues, un adepto, porque la palabra adepto significa aquel que ha llegado por su voluntad y por sus obras En nuestros tiempos estas prácticas casi no son usadas por las religiones, iniciáticas, ahora somos seres urbanos con otras urgencias y supuestamente más compasivos y civilizados. En aquellos tiempos era necesario llegar a esos sacrificios para sellar estos compromisos, pero era la forma de fidelidad y lealtad para aquellas civilizaciones. Sin embargo, la Umbanda nos dice que, si tenemos el deseo y la voluntad de crecer, contaremos con todos los elementos para lograr concretar nuestros ideales. En cambio, si se llega por otros motivos, o persistimos en continuar apegado a viejas ideas, o se tema a las nuevas verdades y está dispuesto a dudar de cada una de las enseñanzas que le son transmitidas, pues, que se abstenga, ya que los pasos siguientes exigirán RESPONSABILIDAD, que es mucho más que compromiso. Lo que nos motiva a realizar estas advertencias se debe a que, en la Umbanda de nuestros días, estos pasos iniciáticos son la única garantía que tiene nuestra Religión, que quienes quieran formar parte de ella, estén absolutamente convencidos de los compromisos y responsabilidades que van asumir. ¿Qué significa e implica esta devoción o iniciación? También recibe el nombre de “Confirmación”, ya que es un paso “consciente” y “voluntario” que la persona realiza, y que realmente “lo inicia” como umbandista. Independientemente de quien lo realice formalmente, sea el Cacique de Umbanda o una Entidad Espiritual, lo que distingue a esta devoción es el grado de compromiso que asume el iniciado con quien lo prepara y sobre todo la defensa de los principios y valores de la Umbanda. Subrayamos es sumamente importante resaltar que este sacramento, debe ser voluntario y consciente de parte de quien lo recibe, ya que insistimos, es el primer paso como religioso que se da dentro de la UMBANDA. Se le debe aclarar al iniciado, que tipo de compromiso asume con la Religión, el Templo donde lo realiza y principalmente con el Director Espiritual que a partir de ahí, asume la orientación espiritual del mismo. No confundir este sacramento, con otros trabajos espirituales llamados de la misma forma y que son comúnmente confundidos con el lavado de cabeza que realizan los Directores Espirituales, para disolver o quitar la mano de la unión espiritual de un médium, con su antiguo Cacique de Umbanda, la que se realiza en el Mar.