BAUTISMO
El bautismo es el primer sacramento dentro de nuestra Ley. El mismo consiste en dar inicio o nacimiento a un potencial umbandista. Sin embargo, esta iniciación o primer sacramento, no siempre implica ser un iniciado en nuestra Religión, sino que, implica sobre todo, entrar en el Reino de la Espiritualidad, ya que el bautismo no es el fin, sino el medio.
Desde épocas inmemoriales y en distintas culturas, se intentaba por medio de las aguas, buscar la purificación y elevación espiritual de los adeptos. En occidente hemos tomado conocimiento del bautismo por medio de Jesús, quien a su vez los recibió de Juan el Bautista, integrante de las sectas gnósticas donde esta práctica, así como la cena y otras, eran tradición espiritual.-
¿Qué significa esta iniciación?
Es el momento donde se intenta vincular la entidad protectora del niño o persona que esta cumpliendo esta devoción tome la responsabilidad espiritual del mismo. Es el primer paso que esta persona asume en el camino de la búsqueda de la Espiritualidad. En el caso de los niños, que obviamente no son conscientes de este proceso, “el lazo espiritual” queda establecido aunque el mismo cuando sea mayor no desarrolle algún tipo de religiosidad.
Estas puntualizaciones obedecen a que, según las enseñanzas de los Seres Superiores la vida espiritual no es patrimonio de Religión alguna, ya que el individuo por sus propias inquietudes, puede trascender a la Vida Espiritual. En este caso el bautismo oficia como nexo entre la Entidad Protectora (ángel de guarda, guía, etc.) de dicho individuo y las Entidades responsable de la vinculación con el mundo espiritual, (padrino y madrina) quienes al fin facilitarán su evolución espiritual.
En el caso que el iniciado sea un niño, deberá contar con padrinos materiales, quienes tendrán la función de apoyar a sus padres en la crianza del niño y en una eventual ausencia de los mismos, hacerse cargo de su custodia.