ELEMENTALES Y QUIUMBAS - Parte 1

Se puede decir que en lo que respecta a los espíritus de la naturaleza es necesario realizar una acotación que parece relevante y de suma importancia, para entender este tipo de manifestaciones.
Como todos los habitantes del plano astral, tanto los elementales como los quiumbas son capaces de asumir cualquier aspecto a voluntad, pero cada cual tiene su forma preferida para las ocasiones en que no les interesa adoptar otra por determinada conveniencias. Son invisibles en cuanto a la visión física normal pero pueden hacerse visibles a voluntad propia. El autor Anthony W.Raver nos aclara que existen muchas razas, clases y formas de individuos dentro de este genero, pero tienen una cosa en común : no desean relacionarse con los seres humanos, pues nos consideran vulgares y groseros, y finalliza aclarando : es muy raro que algunos de estos espiritus accedan a relacionarse con alguna persona, solamente lo hacen cuando desean ayudar a alguien. Es justo también hacer notar que ciertos Paes de Santo les dan a a algunas de estas entidades utilidades que no son las mas correctas. El mismo autor, citado anteriormente, nos comenta que existen maestros que recurren a estos espiritus y que saben muy bien como utilizarlos, pero que esos llamados maestros, que no son tales, deben tener mucho cuidado, pues solo recibirán sus servicios por los procedimientos de invocación o de evocación, o también movilizando influencias que los obligue a obedecer, entonces, pueden ser objeto de reacciones peligrosas. Si trasladamos estos términos en una línea de correspondencia con nuestros sacerdotes y los tipos de trabajos que las entidades de luz, lógicamente no realizan, tenemos que, según las características de estas entidades, ( que como veremos mas adelante, algunos no tienen conciencia que las están utilizando), se están exponiendo a riesgos que muchas veces llegan a lamentarse. Todo esta lleno de dioses, sostenían los antiguos griegos, para quienes la naturaleza estaba animada en todos sus rincones por espíritus y deidades. Tenian una comprensión holística ( global o total ) de organismo vivo que era la tierra. Estas creencias a pesar de haber sido enterradas hace mas de dos mil años por los nuevos ideales racionalistas y a favor de la naciente religión católica, están como nuestras creencias, siendo rescatadas y esgrimidas como modelos ecologistas ante el creciente temor de la total destrucción de la naturaleza. Según los griegos, el hombre tenia un trato familiar con estas fuerzas que animaban y representaban los elementos, la tierra, el agua o las plantas. El autor Rave mencionado anteriormente, considera que el hombre es parte activa del universo, por lo tanto influyente en estos diferentes planos. Tal es asi, que en la clasificación de estas energias, él ubica a los habitantes artificiales en un plano de contacto con nuestro sistema. Según el, los habitantes artificiales forman una enorme masa de entidades semi-inteligentes, que se diferencian entre si, del mismo modo que se diferencian entre si los pensamientos de los seres humanos. La única clasificación que podría establecerse es la que distingue entre los elementales artificiales, formados de modo inconsciente por la mayoría de la humanidad y los formados deliberadamente por los conocedores religiosos y una tercera clasificación que acogería a las entidades no elementales, también creadas artificialmente Estas entidades artificiales constituyen para el hombre la clase mas importante y numerosa de entidades astrales, pues son seres de nuestra propia creación que actúan intensamente en nuestras vidas y se relacionan con nosotros por intimos lazos karmicos. Para faciliar la tarea vamos a ir directamente a la clasificación que realiza este investigador con respecto a estas entidades artificiales. Una cosa a tener bien en cuenta y que debemos de prestar mucha atención, es que estas entidades son afectadas por los pensamientos inconcretos y errabundos del hombre, de tal modo que se forman determinadas entidades de rápida evanecencia o dispersión y que en general, poco o nada significan en la existencia del ser humano. Tal parece que no somos conscientes de la influencia de nuestros pensamientos, tanto es asi que no conocemos sus propiedades ni sabemos usarlos adecuadamente para que estas propiedades actúen bajo la dirección de nuestro deseo y voluntad a fin de obtener beneficios buenos y saludables para nosotros y los demás. Tanto los elementales formados conscientemente como inconscientemente, tienen su fuerza, sea mucha o poca y van a proceder a la realización o colaborar en la misma, de los deseos que contiene el pensamiento humano. Estos pensamientos, una vez formados, se convierten en un ser viviente que en el acto deja de depender de quien lo formo y tiene su vida propia, de duración proporcional a la fuerza o intensidad del pensamiento, deseo o voluntad de quien lo creo. Muchas veces nos preguntamos que pasa con la envidia, con el rencor, con los celos, con el odio etc.etc. ¿? Y nosotros nos preguntamos : si nuestros pensamientos y deseos logran crear este tipo de elementales y ellos cumplen con nuestros deseos, ¿Qué pasa con nuestras supuestas victimas ¿? Tal parece que estos elementales tienen una vida efímera, según la intensidad de nuestros pensamientos, pero como por lo general los deseos del hombre vulgar suelen referirse casi siempre a si mismo, tales entidades permanecen siempre cerca de quien los formo. Si esta persona insiste en pensar la misma cosa, ese elemental se ira robusteciendo, por llamarlo de alguna manera, de modo que su existencia se seguirá prolongando y su actuación será persistente. Una cosa que debemos recordar, nos advierte éste autor, es que todo elemental desea vivir y lo tanto, una vez que fue creado, también el hara lo posible para actuar sobre la persona que lo creo. Por lo tanto, si ese acompañante astral es triste, sombrio, depresivo, malvado, egoísta o pernicioso, de alguna manera la persona que lo creo puede tener la certeza de que a su alrededor se iran acumulando circunstancias o hechos que, de una o de otra manera iran provocando que se cumplan esos deseos contenidos en el elemental. De manera que ya se pueden imaginar lo que puede pasar con nuestras supuestas victimas. Para comenzar a hablar de los quiumbas, es preciso hacer algunas apreciaciones que entendemos ayudaran a esclarecer conceptos diferentes y dilucidar confusiones, que en esencia, quieren decir la misma cosa, según nuestro entendimiento sobre el tema en cuestión. Si partimos de la base de que nuestras religiones, umbanda, batuque, candomble y el ritual de quimbanda, inevitablemente tienden a amalgamar conceptos idénticos pero definidos de distinta forma, según la nación correspondiente, y que a su vez, esta correspondencia doctrinaria , producto del sincretismo, colabora aun mas a la confusión general. Si tenemos en cuenta que la umbanda al igual que la quimbanda, basan su liturgia ritualistica y doctrinaria sobre el espiritismo y espiritualismo, comenzaremos a partir de aquí con nuestras apreciaciones doctrinarias que nuestra religión adopta sobre dicho tema. No se desarrollara aquí el origen histórico, del porqué nuestra religión adopta como medio doctrinario las enseñanzas kardecisas para fundamentar sobre la reencarnación y la correspondiente codificación sobre los espiritus. Gracias a ello, los mensajes transmitidos por los espiritus y su ciencia, tomamos conocimientos de que existen otros mundos, aparte del nuestro, que están poblados de espiritus en constante evolución.

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