CONCEPTO GENERAL DE LA UMBANDA

La Umbanda es un conjunto de leyes que rigen la vida y la armonía del Universo. Como Religión, la Umbanda, tanto en su práctica material como en la esfera espiritual de las comunidades umbandistas, sólo reconoce una jerarquía: la de la evolución de cada Espíritu en los diversos planos de la creación y la vibración establecida por el mérito de cada uno de nosotros. Es además, una síntesis expresiva de Amor, Sabiduría, Respeto, Tolerancia y Renuncia, tal cual se nos enseña a través de los mensajes de las Entidades Espirituales y la palabra de Jesús, considerado como uno de los maestros supremos de la Umbanda (4to. fin de la Umbanda). Se nos enseña a creer en un Dios único y absoluto llamado Zambi, como así también en los Orixás, fuerzas superiores que rigen los elementos de la naturaleza, a través de los Guías Espirituales: Caboclos y Pretos Velhos, quienes a su vez nos comunican con dichas fuerzas a través de su energía. Las siete vibraciones originales (Orixás Ancestrales) que controlan las fuerzas elementales que actúan en la naturaleza terrestre, a su vez se constituyen en los señores de estas fuerzas elementales, presidiendo a cada una de ellas y a uno o más principios básicos del ser humano como ser: Espiritual, Mental y Físico. Es por este motivo que consideramos a todas las manifestaciones de la naturaleza como elementos sagrados, porque entendemos que el Creador puso bajo nuestra responsabilidad cuidar y preservar este planeta en el cual vivimos, la Pacha Mama de los indígenas o la Galia de los griegos. Además, creemos que cada mineral, vegetal, cada especie de animal, es el receptáculo de un ser Astral en evolución, en tanto seres vivos, que a su vez conviven con nosotros en el plano terrestre, y por más que nosotros no los percibamos con nuestros sentidos ordinarios, ellos también dependen de la buena salud del Planeta Tierra para sobrevivir. Esta correspondencia entre las vibraciones originales de los Orixás, de las distintas fuerzas de la naturaleza y nosotros los seres humanos, son de control y manejo de las Entidades Espirituales (Caboclos, Pretos Velhos y Crianzas) quienes por medio de los trabajos rituales, intermedian nuestros pedidos entre Zambi y la humanidad, más allá de existir otros planos, otras dimensiones que están pobladas de seres con nuestro mismo propósito, con más sabiduría y más responsabilidad. Por eso nos consideramos umbandistas, evolucionistas, naturistas, y bregamos por el ser humano evolutivo, respetando todas las formas de vida y los dictámenes ecológicos que sustentan las cadenas de la sobrevivencia de la naturaleza. La Umbanda es un movimiento filosófico-religioso, que vino a revelar a la humanidad los conocimientos primarios recibidos por las primeras civilizaciones; algunos investigadores la llaman “ La Tradición Una”. Su renacimiento aconteció a finales del siglo XIX en Brasil, más precisamente en el año 1908 en la Ciudad de Niteroi, Estado de Río de Janeiro. Decimos “renacimiento”, porque más allá de haber sido revelada en esa fecha por Espíritus que dicen ser Caboclos y/o Pretos Velhos, su doctrina corresponde a la más remota antigüedad: Lemuria, que según criterios de algunas disciplinas científicas, es considerada la Primera Raza Raíz. Cuando estas Entidades -integrantes de la Cofradía de Espíritus Ancestrales- comenzaron a manifestarse por medio de la mediumnidad, en rituales de cultos practicados por africanos e indígenas, mezclados con elementos del catolicismo, fueron tomando forma, hasta convertirse en lo que hoy día conocemos como Umbanda. En efecto, estos Espíritus se presentaban en esa forma, porque en su última reencarnación fueron integrantes de las poblaciones indígenas americanas que vivieron antes de la llegada de los conquistadores, como así también los esclavos traídos de África que se presentan en forma de Pretos Velhos. Ellos, conjuntamente con las Crianzas (niños procedentes de estas dos purezas), a su vez representan las tres manifestaciones etarias de la humanidad: niño, joven y viejo, como etapas fundamentales en la vida del hombre y la mujer. Estas Entidades Espirituales nos transmiten sus conocimientos a través de un lenguaje común a la forma de vida que llevaban cuando vivían, es decir, sus experiencias como indígenas y africanos. Por otra parte, en sus rituales se manifestarán por medio de la danza y de la gira, evocando sus rituales ancestrales, de la guerra, de la caza, o la representación del Tótem tribal. De modo que no es de extrañar, que en sus rituales utilicen lanzas, hachas, arcos y flechas o como en el caso de los Pretos Velhos, sombreros de paja, pipas o crucifijos, herramientas y símbolos comunes a la forma de vida que tenían cuando vivían. Pero a pesar de estas muestras ritualísticas, sus enseñanzas tienen un sentido más profundo, con un alto contenido filosófico, científico y de sabiduría, que rebasan los conocimientos adquiridos en una sola encarnación. Sus enseñanzas se remontan a conocimientos adquiridos en épocas inmemoriales, donde seguramente estos Espíritus las aprendieron y hoy llegan para enseñárnoslas. Para servir a este propósito, el Alto Astral eligió el momento adecuado para lanzar las semillas del movimiento umbandista, tomando como punto de partida a Brasil, país que conglomeraba en su población las tres etnias más importantes: indígenas habitantes naturales del continente, africanos llegados como esclavos y los europeos conquistadores. Su iniciación se manifestó en Brasil, para luego ser esparcida por el resto del Continente, para que en el futuro se revelaran los aspectos Cósmicos de la doctrina umbandista. Es así que, dentro de los cultos existentes en Brasil: Catimbó, Macumba, Tambor de Minas, Xangó de Recife, etc., comenzaron a manifestarse por medio de la incorporación, los Espíritus Ancestrales de la humanidad que se presentaban en forma de Caboclos y Pretos Velhos, para reunir a la población brasileña que se identificaba sincréticamente con estos arquetipos, que estaban siendo revalorizados por la colectividad brasileña. Con la llegada de estas Entidades, se comenzó a configurar el movimiento umbandista, que como decíamos anteriormente, recibió su primera organización ritualística a partir del año 1908, por medio del médium Zelio Fernandino de Moraes, tomando el nombre inicial de Alabanda, para luego, más adelante llamarse Umbanda. Por todo lo expuesto anteriormente, entendemos que la Umbanda es patrimonio de las Entidades Espirituales que son seres de alta evolución, no queriendo afirmar que sean los únicos ni los que ostenten el mayor grado, y que otras orientaciones, filosofías etc. son considerados ángeles, arcángeles, vedas, etc. De modo que los seres humanos somos los herederos de estos conocimientos y que nosotros hemos asumido mediante el compromiso kármico.

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